A lo que se ha bautizado con el nombre de leche de cucaracha es en realidad un líquido compuesto por un conjunto de proteínas, grasas, azúcares y diversos tipos de aminoácidos (posee todos los considerados esenciales). El líquido segregado pasa a formar parte del organismo de la cría y permanece en el intestino tras ingerirlo y es de ahí de donde se extraerían los cristales con los que sintetizar la proteína en cuestión. No es otra cosa que unas secreciones lácteas cargadas de calorías y un alto contenido energético, lo cual ha hecho plantearse a los investigadores postular a la leche de cucaracha como alimento del futuro debido a las enormes posibilidades que aventura en el campo de la nutrición.
¿Qué propiedades tiene la leche de cucaracha?
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No en vano, en una primera aproximación sobre sus virtudes se considera que multiplica por cuatro los valores proteicos respecto a uno de los líderes casi indiscutibles de la pirámide nutricional, de manera que la leche de cucaracha cuenta con mayores beneficios que la de vaca. Además, los ‘padres’ de la leche de cucaracha aseguran que durante el transcurso de la digestión el cristal sigue liberando proteínas, de modo que es un proceso gradual.
Su composición ha hecho vaticinar su aplicación en los complementos alimentarios de los deportistas de élite como un suplemento eficaz. El concepto de leche de cucaracha es en realidad una denominación coloquial, puesto que carece de las características o propiedades específicas para ser clasificado en este espectro (al igual que ocurre por ejemplo con la leche de soja), aunque guarda algunas similitudes.
Como superalimento del futuro están saliendo nuevos candidatos. Actualmente se estudia la leche de Jirafa como solución alimenticia completa aunque tienen un problema parecido a la leche de cucaracha, no saben cómo ordeñar a dichos animales.
¿De dónde surge el hallazgo de la leche de cucaracha?
Un grupo multidisciplinar de científicos indios, canadienses y franceses del Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa de Bangalore (India) dejaron hace unas semanas a medio mundo con la boca abierta y el estómago revuelto al publicar las primeras aproximaciones de una investigación cuya conclusión esencial era que la leche de cucaracha podría convertirse en el superalimento del futuro.
En la época actual que cada vez hay más conciencia con el cambio climático hay que tener en cuenta que la producción de leche de vaca produce cantidades inmensas de metano, uno de los peores gases de efecto invernadero. Un hallazgo que, sin duda, puede cambiar el panorama de la nutrición en un espacio indeterminado de tiempo. Reconocen que el descubrimiento es aún embrionario y que habría que concretar el modo en el que se sintetizaría el proceso para convertir los cristales proteicos que han dado a luz a la leche de cucaracha puedan ser incorporados de un modo seguro para el consumo humano.
Alimento sostenible
Otra de las revoluciones, según reconocen los propios investigadores, es que además del potencial de encontrar un alimento con innumerables propiedades nutritivas que podrían paliar en gran medida la hambruna en el mundo, se haría de un modo sostenible, puesto que este sistema acabaría con el tradicional proceso de crianza y sacrificio, ya que no sería necesario matar a la fuente alimenticia para extraer sus nutrientes. Muchos expertos consideran que en un futuro la humanidad estará obligada a comer insectos para seguir alimentándose. Si esta investigación sobre la superleche de cucaracha avanza podremos evitarlo.
Diploptera punctata, la cucaracha amamantadora
De manera global y casi generalizada los insectos son en un porcentaje elevado animales ovíparos, es decir, se reproducen depositando huevos que completan su desarrollo embrionario de manera externa hasta que eclosionan y nacen las crías. Sin embargo, existe una (la única de esta familia) especie de cucaracha que se asemeja a los mamíferos, ya que son vivíparas, o lo que es lo mismo, poseen la fecundación y desarrollo embrionario internos dando a luz un ser completamente formado.
La Diploptera punctata es una excepción poco frecuente pero no tan extraña en el reino animal como pudiera parecer, puesto que hay otras especies que comparten esta característica tales como saltamontes o mariposas.
Especie del Pacífico
Se trata de una cucaracha oriunda de la zona del Pacífico, en la vertiente del sudeste asiático y de Oceanía. Su presencia es frecuente en Australia, Birmania, Hawái, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Tailandia, Samoa, China o India, lugar donde se ha focalizado el estudio que ha encumbrado a la leche de cucaracha.
¿Cómo se obtiene la leche de cucaracha?
Es sin duda uno de los grandes desafíos de este descubrimiento, la dificultad de obtener este objeto de deseo tan codiciado para la nutrición. Evidentemente, imaginar una granja (China es una potencia en la cría en dependencias especializadas de insectos) dotada de un apartado de ordeñado para las cucarachas suena tan cómico como inverosímil, además de que existen dudas más que razonable de que ese líquido segregado, la leche de cucaracha, sin tratar pueda ser ingerido por el ser humano sin riesgo de toxicidad o efectos adversos.
Aislar el gen
Y es aquí donde se encuentra el principal escollo, ya que lo que interesa es replicar la secuencia del cristal de la proteína para poder producirlo y distribuirlo masivamente. De este modo, se plantea aislar el gen en un laboratorio y reproducirlo de manera artificial mediante cultivo in vitro, sintetizado con unas levaduras.
Ya lo sabes, a partir de ahora deberás pensártelo dos veces antes de dejarte llevar por la inercia de pisotear a una cucaracha cuando la encuentres correteando por el salón, porque tu madre podrá reprenderte con el clásico “la comida no se tira”. Haz de tripas corazón porque el alimento del futuro ya está aquí y hay que hacerle un hueco en nuestro imaginario de manjares deseables. Bon apetit.